martes, 15 de noviembre de 2011

FAMILIA

"No ha querido vivir quien no quiere morir" "Vives con tu familia? Bien, porque un hombre que no vive con su familia no es un hombre".

La familia, aquello que no se elige pero que acabara determinando tu manera de actuar, tus pensamientos, etc. Me considero una afortunada porque ni eligiendo hubiese tenido una familia mejor. Cuesta poner nombre a los sentimientos, quizás es porque nunca lo he hecho, siempre he sabido que estaban ahí, que me quieren, que les quiero, pero nunca he llegado a profundizar tanto. Me asusta enfrentarme a este ensayo, es fácil escribir de la juventud, de vivir en paz, tan solo tienes que desarrollar una idea, pero ahora, no es una idea, voy hablar de la dimensión que para mí es más importante en una persona.

De mis padres tan solo puedo decir que siempre nos han dado exceso de amor y cariño, han pecado de darnos todo incluso antes de pedirlo, se suele decir que los padres crían y los abuelos malcrían, en este caso mis padres han sido como unos segundos abuelos.

Mamá, la palabra más bonita que jamás pronunciare. Madre joven, trabajadora, vida ajetreada, alto cargo, trabajo para casa, despertador que suena a las siete, jornadas laborales de diez horas, viajes largos, sábados a la mañana para compra semanal, tardes de domingo de cine y palomitas, viajar una pasión, tardes de invierno de chocolate y punto de cruz, cuadros por toda la casa, tradicional, religiosa, dominio de ordenador, excesiva facilidad en el mundo jurídico, muy familiar.
 


Siempre has sido la mejor sensación, como un sexto sentido o una parte de mi cuerpo, saber que sin ti no soy yo, que soy un completo, un completo incompleto. La que me vio ganar y me enseño a perder, amiga , compañera, confidente. Una voz, un olor, una sonrisa, un gesto; mi madre. Por como me late el corazón cuando agarro tus manos. Sé que hay sentimientos que caducan con el tiempo, recuerdos que se borran, caras que se olvidan, pero nunca el de una madre, siempre serás la mejor sensación. Cada día has alimentado esta admiración eterna, una deuda que no cesa, un cariño incalculable y la mirada más dulce. Eso es lo que tú me has dado y yo espero darte para siempre.

De la relación de mis padres solo puedo decir que hay muchas formas de quererse, pero la suya es total. Un amor especial como hay pocos. Su amor ha podido con todo, es ese tipo de amor que hace aspirar a más...

En mi padre he conocido lo que es el sacrificio, la lucha constante, no abandonar nunca los sueños, perseguir aquello que quieres, mantener la esperanza en cada momento. Ejemplo de trabajo, de constancia, de vivir por y para los demás. Tantas veces como hubiera desfallecido, me fije en él. Él es el culpable de que me encuentre en tercero, él mismo que me hizo entrar al examen de Romano, él que se ha levantado a las cinco de la mañana para recogerte cuando he salido de fiesta, él que me ha corregido cuando me he salido del camino, él que siempre ha estado ahí, conmigo.

De mi hermano solo puede decir que es la nobleza personificada, en él no hay ni el más mínimo índice de picardía. La tranquilidad en persona, nunca un paso más deprisa que el otro, nunca uno hacia atrás. Apasionado por el mundo de las Letras, estudiante de Comunicación, Master en Guión y Dirección de Cine, premio Kino Unav al Mejor Corto 2011, premio Unav al Mejor Relato, finalista a mejor director navarro. Como veis, todo son palabras de orgullo. Saber que tiene un sueño y lo persigue, que no abandona, que cada día es mas fuerte. Que como bien nos prometimos “ Si estamos atravesando un infierno, seguiremos caminando”. Y eso es lo que hemos hecho siempre.

Nuestra vida ha estado marcada por una intensa lucha contra el cáncer, lucha diaria, aquellas luchas que no puedes abandonar, una de esas luchas que te quedas en la batalla o sales de ella, pero siempre batallando. Pronto aprendimos que es la esencia de la vida, discernir y conjugar entre lo realmente importante y lo que no, aprendimos que los problemas se quedaban en la puerta, que a casa siempre hay que llevar una sonrisa. Ha sido esas sonrisas, las que han hecho que no quiera dejar mi casa nunca, no imagino el día que salga de ella para siempre, pues ha sido la cura de todos los males.

Consciente de que nunca conoceré felicidad más grande que la que he respirado en esas cuatro paredes, tener la seguridad de cruzar la puerta y saber que no hay gritos, tampoco discusiones, sino las mayores sonrisas, la mayor complicidad. Quizás ha sido esta madurez, madurez precoz por circunstancias, la que a pesar de todo nos ha hecho ser más felices, más especiales


De manera casi inevitable hemos sufrido, como en todos las familias, siempre nos peso la incertidumbre de que sería sin uno de nosotros para siempre. Incertidumbre que nos ha acompañado día a día, ladrona de noches, espina de buenos momentos. Es curioso que a pesar de esto, he tenido la infancia más feliz del mundo, es curioso las distintas maneras de afrontar los problemas que tienen las personas, como a pesar de dificultades se puede ser feliz o como puedes hundirte. Seguramente ese hubiese sido mi camino, sino contase con el ejemplo y el apoyo que hemos tenido entre nosotros.

Muchas veces me he repetido cuantas cosas materiales cambiaría por otras, como me gustaría tener un poquito menos de unas cosas y un poquito más de otras, como me hubiera gustado poder tener yo esa elección. Pero no es así, hay historias que elegimos y otras que nos eligen. Esta es mi historia, y es la mejor decisión no tomada, siempre seréis la mejor sensación.




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